Cuando visita un hotel, el cliente quiere ser recibido en un entorno agradable e higiénicamente impecable. Una vez que se ha perfeccionado la decoración y el servicio y se ha limpiado y desinfectado a fondo cada habitación, hay algo más que puede marcar la diferencia: instalar un purificador de aire profesional.
Probablemente se asustaría al descubrir los resultados de un diagnóstico del aire interior y al saber todo lo que entra en su cuerpo cuando respira. Partículas finas (PM 2,5 y PM 10), alérgenos como pólenes, bacterias, mohos, esporas, pelos, gérmenes, virus, ácaros del polvo, humos, productos químicos y compuestos orgánicos volátiles (COV)... esta lista no es exhaustiva pero ya da vértigo, ¿no? Dado que cada vez hay más personas que padecen alergias o enfermedades respiratorias crónicas (asma), la eliminación de estas sustancias no deseadas se está convirtiendo en un problema importante.
La inhalación de contaminantes pone en peligro la salud a largo plazo de todos modos, pero para las personas sensibles el efecto es inmediato, dando lugar a una variedad de síntomas incómodos o crisis graves. Una vez que se instala un purificador de aire en una habitación de hotel, la filtración es capaz de retener casi el 100 % de las partículas suspendidas en el aire de la habitación. El aire redistribuido es completamente limpio, lo que facilita que los clientes y los empleados se relajen y se sientan a gusto. Respirar un aire sano también significa dormir mejor y evitar los microdespertares. En un hotel, ésta es obviamente una de las primeras preocupaciones, ya que la calidad del sueño repercute en la moral, la productividad, la salud... ¡en la calidad de vida en general!
Ahora entiende los beneficios de purificar el aire de sus instalaciones, pero las ventajas de los purificadores de aire no terminan ahí. Con una buena estrategia de comunicación, los clientes pronto elegirán entre una habitación de hotel con aire purificado y una habitación normal. Se trata de una ventaja real frente a la competencia y una oportunidad para atraer y retener a los clientes sensibles a las cuestiones de salud e higiene.
Una filtración eficaz con equipos profesionales limita considerablemente la transmisión de virus. En tiempos de crisis sanitaria, estar equipado y poder dar fe de la calidad del aire en el propio establecimiento es una forma de garantizar la continuidad de la actividad económica. Es probable que se aprendan muchas lecciones de la crisis mundial de la Covid-19. Los establecimientos abiertos al público deben ser conscientes de la importancia de la purificación del aire.
Además de los clientes, no olvide al personal que pasa sus días en las instalaciones. Trabajar respirando aire puro marca la diferencia: más bienestar y menos problemas de salud. Al limitar la presencia de alérgenos y virus, se reduce el riesgo de infecciones estacionales y las consiguientes bajas laborales. En conclusión, a largo plazo, la instalación de purificadores de aire profesionales en las habitaciones de los hoteles es una situación en la que todos ganan.